• Con motivo del Día de Internet, la Plataforma por la Libertad de Información (PDLI/PLI) hace balance de la situación de los derechos en la Red y alerta del retroceso en la última década.
  • Mario Tascón, socio fundador de la Plataforma, recibirá en el acto central de este Día el Premio de Internet por su trayectoria personal.

A pesar de que en la última década el uso de Internet se ha universalizado (el 93,9% de los españoles son usuarios, lo que supone un total de 33,1 millones de personas) e intensificado (el 91,8% se conecta al menos una vez a la semana y el 85,8% diariamente, un 36% más que hace diez años), la situación de los derechos y libertades ha evolucionando en sentido contrario.

Es la alerta que lanza la Plataforma por la Libertad de Información (PDLI/PLI), organización dedicada a monitorizar los ataques a la libertad de expresión en España, coincidiendo con la conmemoración en todo el mundo del Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información (#DíadeInternet). Una jornada en la que, además, el periodista Mario Tascón, socio fundador de la Plataforma, recibirá el Premio de Internet por su trayectoria personal, en la gala oficial que contará con la presencia de la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño.

Retroceso de derechos en Internet

La libertad de expresión, el derecho a la privacidad y el secreto de las comunicaciones, el derecho a organizar movilizaciones y protestas online y el pluralismo informativo y la libertad de información se encuentran una situación más precaria que hace diez años, según el balance que se realiza desde esta organización:

1. Hacer humor en redes sociales

La Plataforma recuerda que, en los últimos años, mensajes en Internet que no suponían ningún tipo de peligro han sido objeto de procedimientos judiciales por terrorismo. Fue el caso, por ejemplo, de la tuitera Cassandra o del cantante César Strawberry. Memes en la redes también han provocado la primera condena en España por un delito contra los sentimientos religiosos. Ambos delitos, recogidos en sendos artículos del Código español, siguen vigentes y nada impide que vuelvan a aplicarse de nuevo.

2. Criticar a instituciones en Internet

Críticas o mofas contra instituciones como la Policía han sido objeto de acusaciones de delitos de odio, como en el caso de un tuit y un artículo de ‘El Jueves’. Se trata de una figura penal a la que se está dando una interpretación expansiva más allá de lo que permiten los estándares internacionales. Además, en más de una ocasión la PLI ha tenido que reaccionar ante intentos regulatorios para censurar Internet con esta justificación, tanto por parte de Grupos Parlamentarios, como, incluso, de Comunidades Autónomas sin tener legitimación para ello.

3. Documentar con el móvil actuaciones policiales

La posibilidad de documentar con el teléfono móvil intervenciones policiales inadecuadas, como las llamadas ‘redadas racistas’ (pedir documentación de manera selectiva por motivo del aspecto racializado) o actuaciones desproporcionadas en protestas (manifestaciones, paralización de desahucios…), a pesar de ser, por supuesto, legal, se ha convertido en una situación de riesgo: periodistas, activistas y ciudadanos corrientes han sido sancionados, con multas que superan los 600 euros, por este motivo. La derogación prevista de algunos artículos de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana no acabaría con estas situaciones al mantener los artículos que se están aplicando en estos casos: faltas de respeto y desobediencia a la autoridad.

4. Organizar movilizaciones a través de Internet

Internet ha permitido nuevas formas de organizarse y protestar. Se vio en España en el 15M y en muchos otros lugares como EEUU con Occupy Wall Street o Hong Kong la llamada revolución de los paraguas. En España, el Código Penal aprobado en 2015 convierte en delito, incluso delito de terrorismo en algunos supuestos, prácticas habituales de estas movilizaciones en red como difundir consignas (hashtags) o llamar a movilizaciones espontáneas.

5. Hacktivismo, delito de terrorismo

La alteración de webs como forma de protesta (también los ataques puntuales de denegación de servicio) quedan incluidos en los delitos informáticos que pasan a considerarse terrorismo.

6. Los límites del copyright

La nuevas normas de copyright (cuya reforma fue aprobada por Real Decreto Ley y ahora se tramita como Proyecto de Ley en el Congreso) aumentan aún más la brecha entre el mundo analógico y el digital: si ya la conocida como ‘Ley Sinde’ y el Código Penal de 2015 criminalizaban los programas para compartir y las webs de enlaces, con esta reforma la amenaza se extiende a los streamers, que podrán ver cómo sus emisiones se interrumpen en directo si incluyen obras con propiedad intelectual, (entre las que ahora se incluyen, sorprendentemente, los acontecimientos deportivos)

7. Publicar filtraciones

Informaciones como las de la ‘lista Falciani’, los correos de Blesa o el ‘caso Snowden’ están en la esfera de lo que en el Código Penal de 2015 pasó a considerarse “terrorismo”. El artículo 573 considera como tal los delitos informáticos y a quienes “por cualquier medio o procedimiento y vulnerando las medidas de seguridad establecidas para impedirlo, acceda sin autorización a datos o programas informáticos contenidos en un sistema informático”. Por otro lado, los medios y periodistas que publican estos contenidos, a pesar de su relevancia e interés público, pueden ser acusados de revelación de secretos.

8. Derecho al olvido vs derecho a la información

El recurso abusivo al derecho al olvido supone que los medios reciban peticiones forzando a desindexar e incluso borrar informaciones, privando a la ciudadanía del conocimiento de hechos relevantes y ciertos.

9. Desinformación, bots, ciberturbas y nuevos ataques

En un contexto de fuerte polarización, Internet es con frecuencia un campo minado para quien quiere opinar libremente. Ataques de odio dirigidos y amplificados con perfiles falsos hacia periodistas por expresarse en Internet o ataques informáticos contra medios de comunicación favorecen la autocensura y limitan la libertad en Internet.

Las campañas de desinformación o intoxicación informativa (y, paradójicamente también, como algunos proyectos legislativos para combatir estas situaciones) merman también la ‘salud’ de la Red.

Particularmente, los ataques online a mujeres periodistas son objeto de preocupación para los organismos internacionales de defensa de libertad de prensa: se estima que al menos la mitad de las profesionales los ha sufrido en alguna ocasión y la reacción más habitual fue o no hacer nada o cerrar sus redes.

 10. Privacidad y secreto de las comunicaciones

Prácticas de publicidad invasivas, el ciberespionaje por parte de los Estados (como revelaron los papeles de Snowden) o leyes que legalizan estas prácticas, como en España la Ley Orgánica de Enjuiciamiento Criminal, hacen que nuestra actividad digital sea todo menos segura.

Por otro lado, a pesar de ser un derecho reconocido por Naciones Unidas, cada cierto tiempo vuelven los globos sonda que planean acabar con el anonimato en Internet y las comunicaciones cifradas

Mario Tascón, Premio Internet 2022 a la trayectoria personal

Foto: Fundéu

Por otro lado, la Plataforma por la Libertad de Información ha expresado su alegría por el reconocimiento que en esta jornada recibirá Mario Tascón, socio fundador de la PDLI/PLI y Premio de Internet 2022 a la trayectoria personal.

Mario Tascón es periodista especializado en el mundo digital y los nuevos medios y es socio director de la consultora Prodigioso Volcán.

Su carrera profesional siempre ha estado vinculada a Internet y al periodismo digital: ha sido ex director adjunto de El Mundo y primer director e impulsor de elmundo.es; director general de contenidos digitales del Grupo Prisa y director editorial de lainformacion.com, además de asesor de más de 20 medios internacionales. Es docente en la Fundación del Nuevo Periodismo Latinoamericano Gabriel García Márquez y autor o coautor de libros como Twittergrafía, Escribir en Internet: guía de los nuevos medios y redes sociales, Ciberactivismo: las nuevas revoluciones de las masas conectadas, Big Data y el Internet de las cosas, Aviario, Isaac peral.La conquista de un sueño, Presentaciones de impacto, El derecho a entender y novelas como La Biblia bastarda.