“El caso Charlie Hebdo se está utilizando para coartar las libertades”

Para reivindicar las libertades de expresión e información tras el ataque a la revista satírica francesa Charlie Hebdo, reflexionar sobre los límites del humor y analizar el impacto en los derechos ciudadanos de normas que buscan un mayor control como respuesta al terrorismo, tuvo lugar ayer en Madrid un coloquio organizado por eldiario.es en colaboración con la Plataforma en Defensa por la Libertad de Información (PDLI).

El acto, celebrado en la madrileña sala Ecoo que completó su aforo, estuvo moderado por el director de eldiario.es, Ignacio Escolar y contó con la participación de  Virginia Pérez Alonso, presidenta de la PDLI y vicedirectora editorial de 20 minutos; Iñigo Sáez de Ugarte, subdirector de eldiario.es; Darío Adanti, dibujante de la Revista Mongolia, que también forma parte de la PDLI;  Facu Díaz, presentador y director de Tuerka News y recientemente imputado por la Audiencia Nacional a causa de un sketch; el comediante Leo Bassi y la periodista Olga Rodríguez.

Libertad vs seguridad

Tras expresar su rechazo al atentado terrorista contra el semanario Charlie Hebdo y su solidaridad con las víctimas, los ponentes llamaron la atención sobre la evolución del caso, al haber situado en primera línea del debate propuestas para limitar Internet o la libre circulación personas.

En sentido, la presidenta de la PDLI, Virginia Pérez Alonso, denunció cómo el ataque al semanario galo se podía estar instrumentalizando para justificar nuevas restricciones a derechos fundamentales: “Cualquier asunto complicado al final es utilizado para coartar la libertad de expresión e información”, dijo.

Advirtió, además, que las nuevas medidas que ahora se están proponiendo vienen a sumarse a otras leyes restrictivas aprobadas o en tramitación, y que la PDLI viene denunciando, como la ley de protección de la seguridad ciudadana, conocida como “Ley Mordaza”, el nuevo Código penal o la reforma de la Ley de enjuiciamiento criminal. A juicio de Virginia Pérez Alonso, el debate sobre seguridad y terrorismo no es del todo inocente: Parece que no hay mejor instrumento para ganar unas elecciones que el miedo”, reflexionó. “Los gobiernos aprovechan las situaciones de crisis para recortar los derechos y libertades de la población civil. Es la doctrina del shock, dijo citando a la autora canadiense Naomi Klein. Sobre cómo el miedo puede ser la antesala de la autocensura, la presidenta de la PDLI mencionó el caso de las demandas de protección al honor, cuyas consecuencias legales y económicas pueden ser fatales para determinados medios: “Se están usando demandas o “pseudodemandas” por difamación simplemente para coartar la libertad de información, y es algo que perjudica especialmente a los medios pequeños”. Y alertó: “Se puede dar el caso de evitar publicar una información por temor a ese tipo de represalias”. En cuanto a las causas del atentado, los ponentes analizaron los orígenes y factores del terrorismo integrista, destacando la complejidad del fenómeno y la necesidad de abordarlo con estrategias de mayor alcance que el recorte de derechos en aras de un supuesta seguridad.      

Frente a la estrategia del miedo, se reivindicó el papel de la educación para promover sociedades tolerantes.

Todos los participantes criticaron las propuestas destinadas a controlar Internet que los gobiernos están planteando para, supuestamente, luchar contra el terrorismo y recordaron la ineficacia de medidas represivas que afectan al conjunto de la población, tal como el Parlamento Europeo manifestó en su informe sobre el ciberespionaje masivo.

Los límites del humor

Buena parte del coloquio giró en torno al humor y sus límites. Darío Adanti, dibujante de la revista Mongolia, medio que es miembro de la PDLI, defendió que “el humor debería ser ese lugar donde nos permitimos no tener límites”, aunque matizó que él “se aplica sus propias normas” y que su sátira va dirigida a “aquellos poderes que se meten en mi día a día”.

También mencionó los mensajes que, tras el atentando contra Charlie Hebdo, les recriminaban criticar a unas religiones y no a otras, a lo que respondió que su revista hace humor “con todos los fundamentalismos religiosos”.

Sobre el humor y la libertad de expresión en España, Virginia Pérez Alonso aludió a la retirada de los quioscos de la revista El Jueves, en el año 2007, tras una portada sobre la Casa Real.

El debate, que pudo seguirse en directo y cuya transmisión fue proyectada también el Teatro del Barrio para aquellos asistentes que no pudieron acceder a la sala, tuvo un notable seguimiento a través de las redes sociales.

Homenaje al Hebdo en el Consulado francés de Madrid

Por otro lado, esta tarde se ha celebrado en Madrid, en el consulado de Francia, un homenaje a la revista Charlie Hebdo en el que ha participado Mongolia. Darío Adanti, junto con otros humoristas gráficos, ha dibujado como tributo al semanario y a las víctimas del atentado.

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